12 de diciembre de 2009

Edén y bluegrass.






Dentro de la música popular estadounidense, el género más genuinamente americano es el más rústico, el que está más en contacto con la tierra y los paraísos naturales de la Norteamérica que ya no existe, la que era una suerte de promesa paradisíaca para las primeras personas que se internaban en los parajes vírgenes de la Appalachia, y después en los puertos neoyorkinos. Y también hacia las tierras del Oeste, para fundar una nueva civilización en el desierto. Está claro que no era un impulso religioso-espiritual el que guiaba la mayoría de los desplazamientos coloniales y las fundaciones en Norteamerica (a excepción de Mormones o Puritanos), pero si que está siempre de fondo; era la oportunidad de empezar de cero, no solo desde un punto de vista individual, sino también colectivo, trasladándose el concepto bíblico de Tierra Prometida al Nuevo Mundo.

Podría decir que el bluegrass es la música de la convivencia con la Naturaleza, pero en contra de nuestros actuales principios, es en cambio, adaptándonos a los principios de aquellos que la engendraron, la música de quienes se enfrentan a ella en la montaña, extendiendo las fronteras del Edén Norteamericano, definido y construido poco a poco por individuos barbudos – lociones y navajas para los petimetres... para mí pecas y una barba hirsuta" W. Withman - que en sus ratos libres se reunirán para tocar el banjo, que es el más elemental de los instrumentos empleados, pero igual de presentes están el violín, o la armónica.

Las montañas nevadas de Apallachia alzándose sobre brumosos bosques que acogen en sus laderas comunidades mineras o de leñadores, y de granjeros a sus pies, son la cuna y el hogar del bluegrass, que acabará viajando, con las caravanas y el cultivo de tierras más allá del Missisipi, a regiones como Oklahoma, Kansas, Nebraska, etc.

Hoy día el bluegrass no se encuentra en peor posición, pero para la gran parte de la población del país es simple música de paletos, tan alejada de los nuevos géneros urbanos que surgirían después, y vinculada también a los elementos más reaccionarios del panorama político (y generalmente no sin razón). Sin embargo, músicos de bluegrass tan notorios como tradicionales han apoyado iniciativas demócratas (en último punto, la candidatura de Obama), y provocando el enfado de y sentimiento de traición por parte de significativos sectores de aficionados, pero eso es otra historia.

Evidentemente todo evoluciona, y el músico de bluegrass ya no va descalzo o es un ermitaño. y en ocasiones se afeita, y desde luego, no es analfabeto ni se dedica a la minería ni a poner vías (ya los había así también en el XIX) Entre los más destacados tenemos a Ralph Stanley, Bill Monroe, Craig Duncan, Charlie McCoy...

Aunque existen músicos a los que nadie se atrevería a definir de "música folclórica" y que hacen cameos o beben de fuentes del bluegrass, tales como Bruce Springsteen con el genial disco "Whe Shall Overcome; The Seeger Sessions", en el que the Boss repasa y reinterpreta algunos de los temas más emblemáticos del género sin tomarse respetando en pleno su esencia. Se podría mencionar incluso el caso de Harry Manx, que combina estos sonidos con los de la música hindú en un experimento que no le sale nada mal.

A continuación, la obligada música de muestra.


Ralph Stanley





Bill Monroe






Craig Duncan.



Bruce Springsteen, con "Old Dan Tucker", "Jesse James", y la simpática "My Oklahoma Home" para los que tengáis Spotify.





http://open.spotify.com/track/3ReRXPPAWri14lB8Q829pp


Harry Manx






Y algo variado, el primer vídeo es de mis favoritos:







Versiones del icónico tema "In the pines" (solo he incluido las que son bluegrass)